Flujo de agua en acuarios marinos

Los arrecifes de coral cubren únicamente el 0.25% de la superficie de los océanos, considerándose las selvas de los mares, ya que, pueden albergar más de 4000 especies de peces, unas 800 especies de coral y un gran número de otros invertebrados (como crustáceos y esponjas). En el medio natural, los arrecifes de coral, se generan en zonas con un alto dinamismo hidráulico, donde confluyen distintos tipos de corrientes que nutren a uno de los ecosistemas más complejos del planeta.

Las corrientes en los arrecifes

Los arrecifes de coral suelen dividirse en distintas zonas; la laguna o plataforma de arrecife, la cresta, los canales de evacuación y el frente de arrecife, que en muchas ocasiones se extiende hasta el borde del talud. Es en esta zona donde se comienzan a originar las principales corrientes que existen en este ecosistema.

En primer lugar cabe destacar que en el borde externo del arrecife podemos encontrar una corriente de afloramiento que asciende desde las profundidades del océano cargada con gran cantidad de nutrientes minerales. Gracias a la corriente superficial y el oleaje generado, debido a la existencia de la cresta del arrecife, estas aguas profundas cargadas de nutrientes se mezclan y dan lugar a un gran incremento de la producción primaria (fitoplancton y zooplancton), que es la base de la cadena trófica.

Teniendo esto en cuenta, podemos deducir que las especies de coral que se asientan en el frente del arrecife necesitan mayores corrientes ya que se trata de una zona con mayor turbulencia. Los principales corales que podemos encontrar en esta zona son corales duros ramificados del tipo SPS (Small Polip Stone) y LPS (Large Polip Stone).

Por otra parte, la cresta del arrecife disipa aproximadamente un 85% la energía de las olas, y es la zona más expuesta al oleaje por lo que los corales que podrán prosperar en esta área son los que estén provistos de esqueletos calcáreos muy duros como algunos géneros de SPS.

Finalmente en el interior de la laguna, las corrientes existentes son más débiles y lineales. En esta zona solemos encontrar muchas especies diferentes de corales blandos algunos LPS.

También en los arrecifes solemos encontrar canales, éstos son utilizados por multitud de especies para entrar y salir del propio arrecife y del mismo modo funciona con el agua. Cuando la marea sube o baja, es a través de estos surcos existentes en la barrera de coral, por donde pasa el agua que llena y evacua la laguna. En esta zona podemos encontrar gran cantidad de corales no fotosintéticos, corales blandos y otros invertebrados como gusanos tubícolas, gorgonias y esponjas; que aprovechándose de las fuertes corrientes de marea, filtran y/o capturan pequeños organismos planctónicos.

En un acuario marino debemos intentar imitar las condiciones naturales, por lo que deberemos generar una serie de corrientes para poder obtener un acuario sano y lo más natural posible.

La circulación de agua en el acuario y sus ventajas

Si en los arrecifes son importantes las corrientes, en el acuario, aún más si cabe, ya que, se trata de un sistema cerrado. En primer lugar, un acuario de arrecife necesita un buen aporte de oxígeno, y la circulación del agua (principalmente en superficie) nos ayudará a mantenerlo en niveles óptimos.

Por otra parte, si la circulación está bien diseñada evitando zonas muertas (o estancadas), permitirá que el 100% del agua de nuestro acuario sea filtrada varias veces por hora, evitando bajadas de pH y la proliferación de algas indeseadas. Del mismo modo si la circulación es insuficiente los detritos pueden sedimentar y acumularse en el fondo, disminuyendo el pH y dando lugar a un incremento de los nitratos.

Una buena circulación interna del acuario permitirá mantener a nuestros corales con buena salud debido a que las corrientes les permiten deshacerse del exceso de mucus segregado. Y por otra parte, los aditivos que utilicemos (fitoplancton y zooplancton, macroelementos o elementos traza, etc.) en nuestro acuario se dispersarán mucho mejor beneficiando a todos los organismos albergados en él.

Ahora que ya conocemos qué beneficios conlleva una buena circulación del agua en el acuario, debemos configurarlo a nuestras necesidades. Si bien en la literatura, suelen aconsejar filtrar el agua entre 1.5 y 2 veces por hora el volumen del acuario, el acuarismo marino ha ido evolucionando y actualmente se aconseja de forma general filtrar el agua entre el skimmer y el filtro, ya sea mediante un sump o un filtro externo, entre 10 y 12 veces el volumen del acuario por hora. De este modo nos aseguraremos tener una calidad del agua óptima. Es decir, si tenemos un acuario de 200 litros las bombas empleadas para la filtración teniendo en cuenta la perdida de carga existente por la altura del acuario debería ser de aproximadamente 3000L/h.

Otro aspecto importante es la circulación interna del propio acuario. Este movimiento de agua se suele realizar con generadores de olas. Son bombas de movimiento de agua que se sitúan en el interior del acuario y se pueden colocar y configurar de distintos modos emulando distintos tipos de corrientes e incluso oleaje. Con la ayuda de estas bombas deberemos evitar las zonas anóxicas en los acuarios y a su vez evitarán o disminuirán la proliferación de algas en las rocas, el sustrato y los cristales. El dimensionado de estas bombas puede llegar a superar el 300 ó 400% del volumen del acuario, siempre teniendo en cuenta qué organismos vamos a albergar. Pero para un acuario de arrecife estándar de 200 litros de capacidad, la circulación interna puede rondar los 7000 litros por hora.

Colocación de las bombas para la circulación interna del acuario

– Corriente de superficie: suele emplearse para optimizar el intercambio gaseoso del agua con el aire y del mismo modo evitamos que aparezca espuma en la superficie, para ello las bombas se posicionaran en la parte alta del acuario. Si queremos crear un ambiente como el de una laguna de arrecife, las bombas se configurarán con un flujo constante pudiendo cambiar el sentido de la corriente con una frecuencia elevada (cada hora mínimo).

Si en cambio, lo que queremos es montar un acuario con especies típicas de la cresta o el frente de arrecife, configuraremos las olas para que emitan pulsos de agua simulando el oleaje, y creando microcorrientes en el acuario. En superficie se deben utilizar las bombas más grandes.

– Corrientes de marea o mar de fondo: para configurar este tipo de movimiento de agua utilizaremos dos bombas de menor tamaño. Debemos tener en cuenta que esta circulación de agua no debe ser muy fuerte ya que podría remover la grava del fondo y afectar negativamente a nuestros corales. Las bombas se situarán a media altura en lugares opuestos del interior del acuario, funcionando en ciclos alternos. En el caso del mar de fondo con una frecuencia de entre 30 y 60 segundos obtendremos una corriente que moverá nuestros corales con una apariencia natural, emulando el efecto de las olas en el fondo del arrecife. Por otro lado si esta frecuencia la ampliamos a más de 30 minutos, el efecto obtenido será el de las mareas, alterando la corriente que ha estado circulando en el acuario durante un largo periodo de tiempo.

Si recapitulamos, y recordamos las especies que habitan en cada zona del arrecife, podremos decidir qué corales vamos a introducir en nuestro acuario y que tipo y tamaños de bombas vamos a utilizar. Si lo que nos interesa es tener un acuario con gran cantidad de corales del tipo SPS, como Montiporas, Stylophoras, Seriatoporas, etc; y algunos LPS de los géneros Goniopora, Euphyllia, Turbinaria, etc; sabemos que habitan en las zonas más expuestas del arrecife por lo que agradecen corrientes turbulentas. Es por ello que deberemos utilizar bombas de mayor potencia preferiblemente con frecuencia programable para generar ciclos sinusoidales que asemejen el oleaje. Si por contrapartida preferimos simular un ambiente de laguna con algunos corales duros LPS carnosos, como Fungia, Plerogyra o Trachyphyllya y otros corales blandos, como Zoanthus, Discosomas o Ricordeas, es conveniente utilizar bombas que muevan menor cantidad de agua y si las podemos programar lo ideal es imitar corrientes de mareas con flujos de agua constantes y lineales, de este modo imitaremos la subida y bajada de la marea en el interior de la laguna.

Tras leer este articulo acerca de las corrientes en los arrecifes y sus aplicaciones en los acuarios, podremos llevar a cabo la configuración de nuestras bombas de circulación interna de agua, para generar un ambiente lo más natural y saludable posible para nuestros inquilinos. Además disminuiremos la aparición de las indeseables microalgas en rocas, sustrato y cristales, gracias al movimiento del agua generado, pudiendo disfrutar de un acuario bonito y saludable.

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